La Felicidad y el Sumak Kawsay una Visión desde Latinoamérica

A partir del año dos mil, América Latina ha experimentado un nuevo ciclo político definido por algunos como un cambio de época más que una época de cambios. La consolidación de gobiernos denominados progresistas en Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia y Uruguay entre otros, ha cambiado de alguna manera el modelo neoliberal imperante en las últimas décadas del siglo XX. El caso ecuatoriano no es la excepción, el presidente Correa logró aglutinar una gran mayoría del electorado en torno a sus críticas al modelo caracterizado por una aguda crisis financiera e inestabilidad política, al que definió como la “larga noche neoliberal” consiguiendo el apoyo político de varios sectores de la sociedad civil. Desde entonces, su proyecto de “Revolución Ciudadana” ha centrado el discurso en mejorar la justicia social mediante una adecuada redistribución de la riqueza y para ello emprendió en profundos cambios estructurales aprovechando la bonanza petrolera. Las reformas en el sector de la salud, educación, vialidad, administración de justicia, etc., se aplicaron a partir de la Constitución del “Buen Vivir” aprobada en 2007. Estos postulados surgen del concepto de Sumak Kawsay, la cosmovisión de los pueblos ancestrales que consideran a la pobreza como un fenómeno social antes que económico que puede ser superado mediante nuevas formas de producción, distribución y consumo que respeten derechos colectivos, de las minorías y de la naturaleza para permitir a los ciudadanos vivir de manera digna garantizando el bienestar de las futuras generaciones.