El Progresismo en Ecuador: Menos Descentralización Y más Recentralización

El Ecuador fue uno de los países latinoamericanos que experimentó el giro progresista en el gobierno central, no suficientemente en la sociedad y menos en los gobiernos locales. El presidente Rafael Correa y el Movimiento Alianza PAIS ganaron las elecciones del 2006, tras una polarizada campaña que enfrentó al proyecto de reforma política con el populismo y el status quo, obteniendo en la segunda vuelta el 56.6% de la votación. Su proyecto se plasmó en la Constitución del 2008 enfocado en la recuperación del Estado, y perfiló una descentralización de competencias en cascada a los distintos niveles de los eufemísticamente denominados “gobiernos autónomos descentralizados” (GAD). En lo político cambió las reglas electorales, convocándose a nuevas elecciones en el 2009 que volvió a ganar, reiterándose, más tarde, otro triunfo en las elecciones del 2013. El lapso 2006-2017 fue el ciclo progresista de la “Revolución Ciudadana” que, asentado en una transitoria bonanza petrolera, reconfiguró la centralidad estatal mermada por el embate neoliberal, junto al gobierno del Estado que por mandato constitucional sería descentralizado. Daba la sensación que había empezado un inédito período de equilibrio entre la centralidad y la descentralización del Estado.