Ecuador y Políticas Sociales: Hacia La Sociedad del Buen Vivir

En el Ecuador actual las políticas sociales se articulan en torno a la propuesta del Buen Vivir enunciada en la Constitución Política (2008) y en el Plan Nacional del Buen Vivir (2009-2013), lo que implica que dichas políticas se deben orientar a la promoción y fortalecimiento de una nueva propuesta de sociedad, conceptualizada como la sociedad del Buen Vivir. Esto genera una tensión importante en términos del rol, estatus y alcance de las políticas sociales, ya que implica transitar desde un enfoque dominante cuyo foco está en la gestión de dichas políticas, las que pierden centralidad en el ámbito de lo público, siendo consideradas como políticas sociales sin política; hacia un nuevo enfoque, en el cual adquieren una orientación ética y política que se propone modos de transformar la realidad, siendo consideradas como políticas sociales con política, es decir, como mecanismo de transformación de un sistema de dominación que sustenta relaciones de dominación. Desde la perspectiva del Buen Vivir, las políticas sociales se orientan a la búsqueda de un lugar común y a la recuperación de lo público, asociado a espacios comunes de encuentro entre ciudadanos y ciudadanas, es decir, se orientan a reducir brechas y auspiciar la inclusión y cohesión social, tomando como eje articulador a la colectividad. Se propone problematizar esta propuesta general de desarrollo así como las políticas sociales específicas que se derivan de ella, desde una triple perspectiva: la propuesta gubernamental, la visión de las nacionalidades indígenas y la opinión de la población general. Par estos efectos se realizó un estudio de tipo mixto con población general de la ciudad de Quito (n=1014), así como un análisis documental de la propuesta gubernamental y los planteamientos indígenas, todo lo cual permitió triangular las visiones respecto a las políticas sociales vigentes en el país. Dentro de las principales conclusiones, destaca el desfase entre los planteamientos del Estado y las políticas concretas que se derivan de ellos, así como también el desencuentro entre dichos planteamientos y los discursos de las nacionalidades indígenas, lo que redunda en las percepciones que la ciudadanía va construyendo sobre la acción social del Estado.